lunes, 9 de abril de 2007

Estonia

ECONOMÍA DE ESTONIA

PIB - Producto Interior Bruto (2004): 7.220 millones de Euros.
PIB- Per capita: 5.155 Euros.
Inflación media anual: 1.5%.
Deuda externa aprox.: 3.111 millones de Euros.
Importaciones: 5.465 millones de Euros.
Exportaciones: 4.060 millones de Euros.

Estructura del PIB en 2002:

Distribución por sectores económicos del PIB total:
Agricultura, Silvicultura y Pesca: 6%.
Industria: 29%.
Industrias manufactureras y minería: 16%.
Servicios y construcción: 65%.

- Tasa de desempleo: 10%.
- Principales países clientes: Finlandia, Suecia y Alemania.
- Principales países proveedores: Finlandia, Alemania y Suecia.

Estonia fue la economía del este que inició más rápido su transición del modelo económico socialista a una economía de mercado durante los años 90, solo más tarde que Polonia.
Los primeros movimientos de reforma económica para la transición fueron lógicamente la desvinculación monetaria al rublo ruso. En junio de 1992, la divisa nacional de Estonia fue puesta en uso y se convirtió en la moneda nacional. La estabilidad monetaria era una fase crucial y previa para crear las condiciones adecuadas para la reforma de la economía en todas sus áreas. La mayoría de los precios fueron liberados al mercado antes de 1992 y actualmente el gobierno solo mantiene el control sobre el precio de la energía, de los alquileres y algunos servicios.
Para reestructurar el sector financiero, se estableció un marco jurídico apropiado y las entidades bancarias fueron sacadas a concurso público. El éxito de Estonia en la atracción de la inversión extranjera ha sido la punta de la lanza que ha sostenido esta economía báltica durante la transición.
Como resultado de la transición del modelo socialista a uno de mercado, el Producto Interior Bruto de Estonia (PIB)tuvo un crecimiento negativo intenso durante el periodo 1991-1994. En el periodo 1995-1997 la economía creció moderadamente debido a un ligero fortalecimiento de las inversiones públicas, que impulsó el empleo y el crecimiento. En 1998 se produjo el segundo gran declive de la economía rusa que arrastró también a Estonia, haciendo que las inversiones directas extranjeras comenzaran a descender, al verse sin el principal pilar de crecimiento de su economía, el PIB de Estonia descendió un 0.6% en 1999.
Con la estabilización y la vuelta al crecimiento de Rusia en el año 2000, la economía de Estonia disparó su crecimiento hasta el 7.1%. A partir de ese momento la estructura de crecimiento económico de Estonia comenzó a orientarse hacia una economía más industrial. El crecimiento ya no está vinculado de forma exclusiva a las inversiones extranjeras, así lo demuestran los aumentos de la producción industrial del 33% y del 18% en 2004 y 2005 respectivamente, además de los incrementos en el sector de servicios, superiores al 8% en ambos casos. Las ayudas de los fondos comunitarios de la UE representaron un 19% del crecimiento de 2005 y se espera que representen un 18.4% en 2006. El crecimiento económico de Estonia es robusto y floreciente y así se demuestra con la progresión desde el 5% de 2001 hasta el 8.6% que se espera para 2006. El déficit por cuenta corriente de Estonia presenta un balance fuera de peligro, que ha ido reduciéndose paulatinamente desde el 6.1% en 2001 al 2.8% con el que se espera cerrar 2006, en parte gracias a las inversiones extranjeras, al espectacular aumento de la recaudación presupuestaria y a la contención del gasto público.
Las principales exportaciones de Estonia son maquinaria, gama electrónica, madera y textiles. El comercio del turismo y del tránsito también hace contribuciones importantes a la economía, que crece a un ritmo del 11% anual y ya representa un 7% del PIB. Finlandia y Suecia están entre los socios más importantes de Estonia en comercio, inversión y turismo.
Estonia continúa siendo lo que describe el FMI como "ejecutante excepcional entre las economías de la transición", vigilada por una comisión bilateral que vela por el crecimiento estable y fuerte, los pagos internacionales, la estabilidad monetaria y la transparencia económica. El sistema bursátil de Estonia se gestiona a través de OMHEX, el gigante báltico que controla las bolsas de Tallin, Helsinki y Nokia, que además llevan conjunta la seguridad informática desde mayo de 2001
A pesar de la mejora, a Estonia le queda todavía un largo camino para pasar a formar parte del club de los países altamente desarrollados de Europa, sin embargo, el camino que utiliza es el adecuado, las prioridades principales de Estonia actualmente serán reducir su tasa de paro, incrementar la productividad y hacer de su país un gran polo de atracción tanto en inversiones del sector financiero como en sectores de punta.

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